Los mandamientos del vino
LOS MANDAMIENTOS DEL VINO
Si el buen cristiano debe guardar los mandamientos divinos, el buen bebedor debe respetar los mandamientos del vino.
EL PRIMERO: Amar el vino sobre todas las cosas es lo que quiero.
EL SEGUNDO: Jurar beberlo en verano y en invierno.
EL TERCERO: Santificar la puerta del tabernero.
EL CUARTO: Honrar el tinto y el blanco.
EL QUINTO: No matar el gusanillo con menos de tres cuartillos.
EL SEXTO: No cometer el desatino de mezclar agua con vino.
EL SÉPTIMO: No hurtar botella, ni bota, cuando esté vacía o rota.
EL OCTAVO: No mentir con borrachera ni jumera.
EL NOVENO: No consentir el mal camino de cambiar agua por vino.
EL DÉCIMO: No desear pellejo ajeno si no es grande y está bien lleno.
Estos diez mandamientos se encierran en dos: que es quererse como hermanos y amar mucho al peleón.